¿Qué es?
Las arritmias son trastornos en el ritmo cardíaco normal.
En las arritmias se puede percibir y registrar alteraciones del ritmo cardíaco o de la frecuencia. La frecuencia normal de los latidos cardíacos es de 60 hasta 100 ciclos, o latidos, por minuto. En niños, estos números suelen ser un poco más elevados. En los trastornos de ritmo cardíaco, los latidos presentan alteraciones en el tiempo que transcurre entre dos latidos. Pequeñas alteraciones en estos intervalos se pueden considerar normales. Los cambios de ritmo cardíaco o de las conducciones de los estímulos pueden ser letales (muerte súbita), pueden ser sintomáticos (síncopes, mareos, palpitaciones), o pueden ser asintomáticos.
Las arritmias pueden ser asintomáticas o sintomáticas, dependiendo de su intensidad y de la condición clínica del portador. Corazones enfermos pueden tolerar menos bien una arritmia que probablemente seria asintomática para un corazón sano.
La evaluación de algunas arritmias puede ser realizada por el médico cuando lleve a cabo una prueba clínica. La manera más exacta de comprobarse y registrarse una arritmia es por medios electrónicos, que incluyen desde el electrocardiograma y monitores portátiles hasta los utillajes de las Unidades de Cuidados Intensivos.
Aún existen los monitores de telemetría, en los que el paciente utiliza un pequeño sensor unido al cuerpo que transmite las señales por vía radioeléctrica a los monitores centrales.
Clasificación de las arritmias en cuanto a la frecuencia cardíaca:
Taquicardia: cuando el corazón de un individuo adulto late más de 100 veces por minuto. Se considera normal cuando eso ocurre por esfuerzos físicos y, tras algunos minutos, esto número debe volver a una frecuencia normal. Cuando la taquicardia persiste o está presente al reposo puede significar alguna alteración patológica. Conviene consultar con su médico. Nótese que la taquicardia no es sinónimo de ataque cardíaco.
Bradicardia: cuando el corazón late menos de 60 veces por minuto. Eso puede incluso ser normal para los individuos en buena forma física. Con frecuencias cardíacas inferiores a 60 por minuto, aunque que sea una manifestación transitoria, conviene que se consulte a un cardiólogo.
Clasificación de las Arritmias en cuanto a los cambios de ritmo:
Los latidos cardíacos normalmente se originan en un foco ubicado en la aurícula derecha que se denomina nódulo sinusal. Los estímulos eléctricos que ahí se producen bajan hacia un nódulo ubicado en el cruce entre las aurículas y los ventrículos. Ahí la conducción del estímulo sufre un corto retardo (para permitir a las aurículas el tiempo de contraerse antes que los ventrículos). Entonces, el estímulo sigue hacia los ventrículos a través de un sistema conductor que tiene dos fajos, uno para cada ventrículo, ocasionando su contracción, la cual se denomina sístole. El periodo de tiempo en que el corazón no está bajo contracción se denomina diástole – periodo de reposo del músculo cardíaco.
Los estímulos cardíacos normales son producidos en el nódulo sinusal ubicado en la aurícula derecha y desencadenan las contracciones, latidos, del corazón, las cuales se denominan sístoles. Cuando esto nódulo no está activo, por enfermedad, por ejemplo, muchas otras células del corazón, ubicadas en diferentes partes del corazón, pueden producir estímulos eléctricos capaces de desencadenar los latidos cardíacos. Estos latidos que se originan en estas otras células se denominan extrasístoles, las cuales pueden ocurrir incluso si se encuentra activo el nódulo sinusal. Las extrasístoles producen arritmias que no siempre se perciben por quienes son afectados.
Las extrasístoles se pueden originar en las aurículas y en los ventrículos, bien así como en los nódulos sinusal y atrioventricular, que pueden superar y dominar los estímulos normalmente ahí producidos. Las extrasístoles suelen seguirse de un periodo de reposo (diástole) más prolongado. Las extrasístoles pueden ser unifocales o multifocales, dependiendo de los distintos lugares adonde son producidas.
Las extrasístoles no siempre son indicativas de enfermedad del corazón, sin embargo, en cuanto se las perciba es conveniente que se consulte con un cardiólogo. Las extrasístoles normalmente ocurren al azar en relación a las sístoles normales. Si mantienen una regularidad, es decir, si ocurre una extrasístole tras cada extrasístole normal, a eso se llama bigeminismo; si ocurren extrasístoles siempre tras dos sístoles normales, tenemos el trigeminismo.
Las extrasístoles pueden ser esporádicas; se considera que hasta diez por minuto no siempre sea una manifestación de enfermedad cardíaca.
Fibrilación
Existe la auricular y la ventricular, dependiendo de adonde se originan los latidos. La fibrilación auricular es la arritmia crónica más corriente. En la auricular los estímulos pueden tener una frecuencia de hasta 600 latidos por minuto. Sólo algunos de ellos llegan a provocar contracciones de los ventrículos. Una frecuencia tan elevada no sería compatible con la supervivencia de los individuos afectados. Ahora que la fibrilación ventricular es más severa, puesto que sólo es tolerada si es de corta duración. El corazón no es capaz de mantener una circulación eficaz si la frecuencia cardíaca es muy elevada. El tratamiento es medicamentoso o por cardioversión.
Flúter auricular
Es una arritmia en la cual se origina de las aurículas un foco ectópico de 250 a 350 estímulos por minuto, y en que de cada dos, tres o cuatro estímulos, uno pasa a los ventrículos. El tratamiento es medicamentoso o por cardioversión.
Paro cardíaco
Cuando para de contraerse el corazón. Si el paro es de corta duración puede que no se perciba; si es de de más larga duración puede provocar mareos, síncope y, incluso, la muerte súbita. Cuando para de latir el corazón por algunos minutos, se desencadenan cambios en los órganos más sensibles a la falta de oxígeno. De ellos, el más sensible es el sistema nervioso. Así, puede el corazón volver a la actividad, espontáneamente o por medidas médicas. Sin embargo, las alteraciones neurológicas ya establecidas serán, probablemente, irreversibles.
Palpitaciones
El sentir de los latidos cardiacos se denomina palpitaciones. Normalmente, el latir del corazón no lo percibe o siente la gente. En algunas situaciones de tensión o esfuerzo, podemos percibir que el corazón está latiendo en el pecho o cuello, lo que no implica, necesariamente, la existencia de una enfermedad.
Asimismo, pueden o no notar las extrasístoles la gente quienes son portadoras.
La mejor manera de registrar una arritmia es a través del electrocardiograma.